Lunares

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¿Qué son?

Examen lunares

Los lunares suelen aparecer durante la niñez y la adolescencia

Los lunares aparecen por la concentración de unas células pigmentadas en la piel que se denominan melanocitos. Algunos son peligrosos ya que pueden derivar en cáncer de piel y son denominados como melanomas. Se diagnostican entre 2 y 3 millones de casos de cáncer de piel por año, de los cuales 230.000, corresponden a melanoma.

El término médico que se utiliza para denominar a los lunares es “nevos”. Son un tipo frecuente de crecimiento en la piel ocasionado por un grupo de células pigmentadas. Suelen aparecer durante la niñez y la adolescencia y es normal que todos tengamos entre 10 y 40 lunares. Algunos permanecen iguales toda la vida y otros, cambian de aspecto o pueden desaparecer con el tiempo.

La mayoría de los lunares son benignos por lo que en raros casos se vuelven cancerígenos. Aún así, es importante controlarlos para detectar a tiempo posibles casos de cáncer de piel, especialmente el melanoma maligno.

¿Qué tipos de lunares hay?

Tipos de lunares

Generalmente son redondos u ovalados

Los lunares pueden ser rosados, morenos o marrones. Pueden ser planos o elevados. Generalmente son redondos u ovalados y de un tamaño no mayor al de una goma de borrar. A continuación detallamos los tipos más comunes:

  • Los comunes adquiridos: se encuentran en cualquier parte del cuerpo y mayormente en personas de piel clara. Su aparición se debe, por lo general, a la exposición al sol. Hay que prestarles atención para ver si cambian de forma o de color con el tiempo.
  • Los atípicos: son más grandes que los comunes y pueden ser lisos o rugosos. Tienen un tono beige o marrón y pueden aparecer solos o agrupados. Se recomienda examinarlos habitualmente porque incrementan el riesgo de melanoma.
  • Los congénitos: pueden ser redondos u ovalados y la coloración puede ser desigual. Aparecen en los recién nacidos y su aparición tiene que ver con la genética. Si hay tendencia en la familia, aumenta la probabilidad de que se manifiesten.
  • Los spitz: aparecen normalmente en los chicos entre los 3 y los 13 años de edad. El lugar donde se ubican habitualmente es el rostro o la cabeza. Son lisos y benignos y por eso no se recomienda eliminarlos, salvo que tengan una tonalidad rojiza o elevaciones. También se los conoce como lunares de células fusiformes.
  • Los lunares con aureola: se forman con una lesión y lo que los distingue es que tienen una aureola blanca alrededor, efecto de la despigmentación de la piel. Suelen ser inofensivos y con el tiempo hasta pueden desaparecer.

El melanoma es la complicación principal de los lunares. Algunas personas tienen mayor riesgo por cuestiones genéticas. Pero además, entre los factores que aumentan el riesgo de melanoma podemos mencionar:

  • Cuando los lunares tienen gran tamaño
  • Cuando los lunares son poco comunes
  • Cuando la persona tiene muchos lunares
  • Cuando hay antecedentes familiares de melanoma

¿Cuándo hay que controlar los lunares?

Revisión de lunares

Cuándo hay que revisar los lunares

En líneas generales, podemos decir que el control de los lunares o nevos debe realizarse al menos una vez al año en una consulta dermatológica. Como decíamos anteriormente, hay determinados casos en los que el control tiene que ser quizás más frecuente, como cuando el paciente presenta antecedentes personales o familiares de cáncer de piel o de otro tipo de cáncer, cuando se detectan nevos atípicos, con un tamaño o forma diferente, cuando la piel es muy blanca, cuando el paciente tiene demasiados, en casos de inmunodepresión o de enfermedades genéticas que predisponen al cáncer del piel como el xeroderma pigmentoso, el albinismo, etc.

Los lunares del cuero cabelludo o la zona genital suelen ser más difíciles de controlar. Por este motivo, hay que hacer un seguimiento más seguido. Nos valemos de la exploración de la lesión, con la ayuda de la dermatoscopia óptica, para valorar las lesiones pigmentadas en la piel. Con mucha frecuencia esto es suficiente para establecer un diagnóstico concreto, pero en caso de que persistan las dudas, se puede realizar una biopsia diagnóstica de la mancha.

Se debe acudir a un dermatólogo en caso de notar:

  • Nuevos lunares o manchas en adultos
  • Aumento de tamaño 
  • Lunas más espeso 
  • Cambios en el color
  • Picazón o sangrado en un lunar
  • Heridas en la piel que no sanan o piel enrojecida con escamas

La primera consulta siempre debe realizarse con un dermatólogo que es quien determinará si el lunar es benigno o maligno. Este profesional te derivará a un cirujano plástico para retirarlo o indicará si es más aconsejable quitarlo con láser.

Bibliografía

"La información que aparece en esta web es solo orientativa y nunca puede sustituir la información que debe proporcionarte tu propio médico estético, cirujano estético o especialista estético. Si estás valorando la posibilidad de realizarte algún tratamiento o intervención médica (también en caso de dudas o preguntas) dirígete directamente a tu médico especialista para que te proporcione la información correspondiente. Clinicasesteticas no respalda ni recomienda ningún contenido, procedimiento, producto, opinión, profesional de la salud o cualquier otro material e información en esta guía o en cualquier parte de este sitio web."
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