Recupera hasta $925.000 de tu tratamiento
Cada mes tienes la oportunidad de ganar.
¡Guarda el comprobante y participa!
Recupera hasta $925.000 de tu tratamiento
Cada mes tienes la oportunidad de ganar.
¡Guarda el comprobante y participa!
El sudor excesivo es una patología que se conoce por la producción excesiva de sudor, muchas veces sin causa definida y que, además de la incomodidad y las molestias que genera, puede provocar otros padecimientos como: irritación, descamación, hongos en la piel, etc. Actualmente, existen diferentes alternativas para combatir la hiperhidrosis como por ejemplo, la aplicación de toxina botulínica para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar y palmar y los tratamientos de lontofoterisis que trabajan con corriente eléctrica para estimular la piel y bloquear conductos. La simpatectomía es la alternativa quirúrgica para los casos más difíciles. El precio medio de un tratamiento de sudor excesivo es de $ 477.933.
| Sudor excesivo | Precio más bajo |
Precio medio | Precio máximo |
|---|---|---|---|
| Ver más ciudades | |||
| Precio en Santiago | $ 250.000 | $ 375.000 | $ 500.000 |
| Precio en Concepción (ciudad) | $ 35.000 | $ 752.500 | $ 1.470.000 |
| Precio en Viña del Mar | $ 150.000 | $ 175.000 | $ 200.000 |
| Precio en Providencia | $ 30.000 | $ 240.000 | $ 450.000 |
| Precio en Las Condes | $ 200 | $ 1.000.100 | $ 2.000.000 |
| Precio en Puente Alto | $ 300.000 | $ 325.000 | $ 350.000 |
El precio de este tratamiento es orientativo. Es el promedio de los precios que las clínicas han publicado en Clinicasesteticas.cl. Estos precios pueden variar según la reputación y experiencia del centro, las características del paciente, la complejidad de la intervención, las marcas con las que trabaja, etc.
Primera cita: el precio de un tratamiento para el sudor excesivo suele incluir una valoración inicial en la que el especialista estudia y evalúa al paciente para determinar las pautas ideales de tratamiento según sus características y necesidades. De esta manera, se infiere el grado de sudoración que presenta y, en base a ello, se decidirá qué tratamiento será el más adecuado.
Tratamiento: el precio del tratamiento varía en función del tipo de tratamiento que se realice. No es lo mismo un tratamiento no invasivo que una intervención quirúrgica como la simpatectomía. En el el caso de un tratamiento con toxina botulínica, generalmente se requieren un par de sesiones para aplicar, en las zonas a tratar, pequeñas inyecciones superficiales.
Seguimiento: es muy importante la revisión y el seguimiento médico para garantizar los buenos resultados. Una consulta de seguimiento puede estar entre los $40.000 y $60.000.
En este tipo de tratamientos médicos el precio también puede ser determinado la reputación del especialista y sus años de experiencia y reputación. Asimismo, influye el método que el profesional utilice.
La simpatectomía es la alternativa quirúrgica recomendada en los casos de hiperhidrosis severa, y cuando no existen otras alternativas, en la que el médico realiza un neumotórax artificial para desplegar los ganglios nerviosos. En promedio el costo de una simpatectomía es de $1.400.000.
Aunque los tratamientos con fines estéticos no están cubiertos por los Sistemas de Prevención de Salud. Tanto Fonasa como Isapre han establecido un listado de tratamientos que pueden beneficiar y esta intervención cuenta con bonificación de seguros de salud y arancel de FONASA. Debe consultarse con el médico previamente.
Se recomienda consultar con el centro sobre los métodos que ofrece y los requisitos para acceder, ya que suelen tener facilidades de pago para sus pacientes, bien sea financiación propia, pago a cuotas o con tarjeta de crédito. Es muy común encontrar centros que hacen descuentos y ofrecen paquetes de financiación.
Sin duda, el precio es un factor que influye en la toma de decisiones. Sin embargo, no debe ser el factor determinante para elegir a un médico, a un centro o a una clínica, ya que, es fundamental valorar diversos factores fundamentales como el prestigio, los buenos comentarios, el nivel de confianza y por supuesto, la certificación médica que acredite el buen desempeño profesional.
