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Tipos, causas y técnicas para combatir la alopecia femenina
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Uno de los mayores atractivos que caracteriza o caracterizaba a las mujeres desde los inicios de los tiempos ha sido su cabello, incluso en la Biblia le es dado la característica de velo con el cual le rendían honor a Dios. Solo con ver revistas de antaño nos percatamos que mujeres dedican gran tiempo en centros de bellezas para peinados, tinturas, cortes, masajes, etc., pero ¿qué pasa cuando nuestro cabello comienza a caer o debilitarse?
En la lectura siguiente iremos explicando porque el implante capilar es una de las soluciones más efectivas para las mujeres. Se trata de un tratamiento delicado que requiere de pruebas previas y de un método adecuado para cada paciente.
A la pérdida de cabello femenina, también se le denomina alopecia Androgenética causada, básicamente, por herencia (hasta en el 40% de los casos).
Generalmente las mujeres no son propensas a la caída o debilitamiento del cabello y pasan muy desapercibida las que lo padecen. El perder cabello puede deberse a diversas circunstancias, como por ejemplo: cambios hormonales como el embarazo, adolescencia, post-parto, por herencia, estrés o microorganismos (hongos o virus) que generan aparición de caspa o grasa debilitando el cabello.
Según la clasificación o escala de Ludwing para la alopecia femenina existen tres tipos de afecciones. Hay que destacar que solo un especialista puede determinar el diagnóstico.
Tipo I (severa). Primera fase en la que hay menor densidad en la zona superior y central de la cabeza.
Tipo II (media). Se aprecia poca densidad en la zona central y se empieza a prolongar hacia las regiones laterales.
Tipo III (grave). Cabello muy fino de poca densidad en las regiones centrales y laterales, incluso, pueden llegar a la ausencia total del cabello. En ocasiones se presenta en retroceso de la línea capilar frontal.
Antes de tomar la decisión de intervenirse hay que considerar una serie de indicaciones:
Se recomienda que los pacientes no sean muy jóvenes ya que estarían en su etapa inicial, se recomienda esperar la estabilización de pérdida capilar para comenzar la planificación de implante con mejores resultados.
Los pelos gruesos o enrulados, serán más fáciles de trasplantar. En cambio con un pelo liso y lacio la intervención será más visible.
La intervención
El trasplante dura entre cuatro y cinco horas, bajo anestesia local y es permanente. El pelo es donado de la parte posterior de la cabeza donde, normalmente, no hay degeneración.
Dos principales métodos para trasplantar el cabello:
- Microselección folicular: método mayormente utilizado, consiste en seleccionar microunidades que pueden contener hasta 4 cabello cada una, tomando una pequeña tira y separándolas mediante unos microscopios estereoscópicos tridimensionales. Se aprovecha el 100% del cabello tomado de la zona donadora con injertos finos que son muy naturales. En una sola sesión quirúrgica pueden ser trasplantadas hasta 4.000 unidades foliculares.
- Extracción de unidades: o Técnica FUE (follicular unit extraction), es una técnica con la que se extraen los folículos pilosos de uno en uno, sin dejar cicatriz visible. Es un método muy lento, y recomendable para pacientes que requieran pocos injertos.
De la misma forma, y según los centros médicos se puede consultar por otras técnicas más innovadoras como: el Dense Packing que es un método muy complejo pero con gran efectividad o el Natural Hair line que intenta que el injerto frontal siga la línea natural que tenía el paciente sin que quede la sensación de falsedad.
Todos estos tratamientos hoy requieren de mínimos cuidados post-operatorios:
- Llevar un control de las cicatrices (desinfectando, lavando) con productos recomendados por los profesionales.
- Ducharse con cuidado los primeros días y no hacer esfuerzos físicos intensos.
- No ir a playas o piscinas
- Evitar el sol
- Evitar aglomeraciones o zonas con mucha gente
- Dormir semi-sentado y en posición cómoda
- No consumir tabaco y alcohol.
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