La armonización facial es un conjunto de procedimientos estéticos no quirúrgicos que buscan darle una apariencia más armónica y rejuvenecida al rostro en su conjunto. Este enfoque integral considera las características individuales de cada persona, realzando sus atributos naturales.
La armonización facial utiliza varias técnicas para lograr un resultado armónico y natural
En los últimos años, la armonización facial ha logrado una alta popularidad, debido principalmente a que “ logra restituir de manera sutil y natural los signos del envejecimiento sin la necesidad de llegar a otras instancias como una cirugía estética”, nos explica la Dra. Kelly Gulfo, cirujano dentista con especialidad en medicina estética facial.
Se trata de una combinación de técnicas diversas que se aplican en el rostro para lograr un conjunto armónico y equilibrado, que realce la belleza natural, respetando los atributos naturales de cada paciente. Aunque no existe un ideal de rostro, sí hay una armonía interna en cada uno, que es lo que se busca resaltar con este procedimiento. El Dr. Martín Rampone, director médico de Clínica Estétika Médica, sostiene: “El rostro lo segmentamos en tercio superior, medio e inferior. Desde ese punto medimos las distancias que existen entre las distintas zonas del rostro para identificar cuáles serían las proporciones ideales en cada caso particular”.
Las dos principales técnicas son la aplicación de toxina botulínica y el relleno con ácido hialurónico. Además, a la armonización facial suelen sumarse tratamientos con ultrasonido o inyecciones de bioestimuladores.
Los candidatos ideales son personas que desean corregir la simetría y proporciones de su rostro sin recurrir a una cirugía invasiva. Es decir, quienes buscan corregir más que modificar. Por esto mismo, en la armonización facial hay que tener expectativas realistas, ya que se trata de pequeños ajustes y no de cambios muy grandes o “estructurales”. Una evaluación médica determinará la idoneidad del tratamiento según las características y objetivos del paciente.
Elige siempre a un profesional con experiencia
El especialista debe ser un profesional con formación en medicina estética y experiencia en armonización facial. Para ello, siempre se recomienda acudir a la base de datos de la Sociedad de Medicina Estética de Chile. Asimismo, revisar en este portal y en otras fuentes la experiencia del especialista con otros pacientes. Asegúrate de que el centro en el que trabaje cuente con todas las autorizaciones para funcionar correctamente. Una vez que escojas a tu especialista, preocúpate de tener una comunicación abierta y clara sobre tus expectativas, ya que es clave para lograr resultados satisfactorios.
Durante la consulta inicial, el especialista evaluará tu rostro, discutirá tus objetivos y explicará las opciones de tratamiento disponibles. Se elaborará un plan personalizado que puede incluir diferentes técnicas según tus necesidades. También se abordarán posibles riesgos y los cuidados posteriores necesarios.
Sigue todas las indicaciones antes y después de tu tratamiento
Antes de iniciar el tratamiento, se recomienda evitar medicamentos anticoagulantes y suplementos que puedan aumentar el riesgo de hematomas. Siempre es bueno mantener una buena hidratación y, por supuesto, seguir las indicaciones del especialista según los procedimientos escogidos en el plan de armonización.
Los procedimientos se realizan en el centro médico y suelen durar entre 30 y 60 minutos. La aplicación de toxina botulínica ayuda a relajar músculos responsables de arrugas dinámicas, mientras que los rellenos con ácido hialurónico restauran volúmenes perdidos y mejoran los contornos. Los bioestimuladores de colágeno, por su parte, promueven la producción natural de colágeno, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.
Evita el sol y manten una dieta saludable
Al tratarse de procedimientos ambulatorios y no invasivos, la recuperación es rápida y permite retomar las actividades diarias casi de inmediato. Puede presentarse enrojecimiento, hinchazón o pequeños hematomas en las zonas tratadas, los cuales desaparecen en pocos días. Se recomienda evitar la exposición solar directa y no realizar ejercicio intenso durante las primeras 24 a 48 horas.
La mayoría de los pacientes se recupera completamente entre los 2 y los 7 días, dependiendo de los procedimientos realizados y la respuesta individual del organismo.
Los resultados son visibles de forma inmediata en el caso de los rellenos, mientras que los efectos de la toxina botulínica se aprecian entre 3 y 7 días después. Los beneficios de los bioestimuladores de colágeno se desarrollan progresivamente en semanas.
Aunque son poco frecuentes, pueden presentarse efectos secundarios, tales como hematomas, hinchazón, asimetrías temporales o reacciones alérgicas. Es importante acudir a un profesional cualificado para minimizar riesgos y garantizar una atención adecuada ante cualquier eventualidad.