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Rinoplastia o Rinomodelación ¿Cuál elegir?
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La nariz es una de las zonas más populares para ser intervenidas por cirujanos plásticos o médicos estéticos. Son muy pocas las personas que se sienten completamente a gusto con su nariz, por lo que es normal que en algún momento nos hemos planteado los beneficios que tendría hacernos una remodelación, ya sea por cirugía o de forma no invasiva.
¿Es lo mismo la rinoplastia que la rinomodelación? ¿Qué diferencias existen entre estas dos intervenciones estéticas? ¿Cuál es la más apropiada para cada caso?
Estas son algunas de las preguntas más comunes sobre estas intervenciones, ya que ambas permiten modificar estéticamente la nariz, pero no en los mismos grados, ya que la Rinoplastia es una cirugía plástica, mientras que la Rinomodelación es una técnica de relleno ambulatoria, pero no una cirugía. Descubre a continuación cuál es la indicada para ti.
¿En qué consiste la Rinoplastia?
La Rinoplastia es una intervención quirúrgica, donde un cirujano plástico puede modificar la forma o el tamaño de la nariz, corrigiendo el tabique nasal y alterando su estructura de manera definitiva, todo en un pabellón médico que cuenta con todo el equipamiento necesario para una operación.
A través de esta intervención, el paciente tiene la opción de dar un cambio radical a su rostro, pudiendo disminuir y/o aumentar el tamaño, cambiar la forma de la punta y del dorso, estrechar los orificios nasales e incluso modificar el ángulo entre la nariz y el labio superior.
Una de las ventajas de esta cirugía es que se puede aprovechar durante la misma intervención para corregir traumatismos y algunos problemas respiratorios, con el fin de mejorar el aspecto estético y también funcional de la nariz.
La intervención tiene una duración de alrededor de dos horas, dependiendo de la complejidad. El inconveniente de la operación es el postoperatorio, ya que la zona queda con moretones e hinchazón alrededor de 10 días y el resultado definitivo se aprecia completamente a los seis meses.
¿Qué la Rinomodelación?
La Rinomodelación no es una intervención quirúrgica, sino, un tratamiento donde el especialista inyecta un relleno en la nariz para mejorar ciertos rasgos, modelando la punta o disimulando el hueso.
Sin embargo, este tratamiento a pesar de tener excelentes resultados está recomendado para utilizarse en caso de retoques, ya que no permite un cambio de estructura total de la nariz. Además, sólo permite retoques de agrandamiento, nunca de disminución.
Este tratamiento suele durar entre 6 a 8 meses, debido a que las sustancias de relleno son reabsorbidas por el cuerpo, como es el caso del ácido hialurónico.
Una de las mayores ventajas que tiene la rinomodelación, es que se evita tener que pasar por el quirófano y con ello los efectos secundarios de la rinoplastia, que son las dolencias e incomodidades de la operación quirúrgica.
Otra de las ventajas es que permite probar pequeños cambios, para ver resultados antes de una operación definitiva.
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Las ventajas y desventajas de estas intervenciones
A pesar de que ambas intervenciones tienen muchas similitudes, también presentan mucha ventajas y desventajas, las cuáles dependerán del diagnóstico médico y de las necesidades del paciente.
Rinomodelación:
- Se puede aplicar solamente a algunos casos, los cuáles debe evaluar el especialista.
- Es una excelente opción para mejorar pequeños problemas estéticos.
- Se realiza en una sesión y no demora más de 20 minutos.
- No tiene postoperatorio, es un tratamiento ambulatorio.
- Es más económica que la cirugía.
- No cambia la estructura de la nariz.
- Se reabsorbe luego de un par de meses, por lo que hay que volver a realizar el tratamiento.
Rinoplastia:
- Es apta para casi cualquier tipo de persona, ya que permite hacer todo tipo de modificaciones en la nariz.
- Mejora problemas estéticos y funcionales.
- Se realiza en un pabellón y dura alrededor de dos horas.
- Tiene un postoperatorio de un mes y dos semanas de mucha hinchazón.
- Es mucho más cara que la rinomodelación.
- Puede cambiar cualquier parte de la estructura de la nariz.
- Es una intervención definitiva.
Entonces ¿Cuál elijo?
Esta no es una pregunta sencilla, ya que va a depender de los deseos y necesidades de cada paciente, además de sus capacidades financieras. Sin embargo, con lo que ya hemos visto, podemos hacernos una idea sobre lo que te podría convenir.
Si eres una persona con presupuesto ajustado, que no tiene una nariz muy voluminosa, sino más bien un poco puntiaguda o con un diseño poco perfilado, la rinomodelación podría ser una buena opción. Incluso, en caso de tener los recursos, puedes usar este procedimiento como un guía para ver cómo luciría tu nariz con un cambio estético, y como ya lo mencionamos anteriormente, luego aplicar la rinoplastia, para terminar con un proceso permanente.
Ahora bien, si tu nariz es voluminosa y lo que buscas es una reconstrucción más detallada, la rinomodelación no será de gran ayuda, es más, el mismo médico dirá que no tiene utilidad. En este caso si o si debes tener una rinoplastia, de lo contrario, no puedes hacerte otro procedimiento estético.
Por último, pero no menos importante, recuerda que cualquier procedimiento estético o plástico que vayas a realizar, por más pequeño que sea, debe ser llevado a cabo por un médico certificado, con credenciales académicas y licencia emitida por autoridades sanitarias.
¿Quieres cambiar el aspecto de tu nariz pero todavía te quedan miedos o dudas? Entonces debes pasar por nuestra sección de experiencias para que conozcas historias de pacientes que se han aplicado algún retoque estético. 💉👃
