Procedimientos para el rejuvenecimiento facial

San Tomás de Aquino decía que “bello es todo aquello que agrada a los sentidos”; para Henrik Ibsen “La belleza es el acuerdo entre el contenido y la forma” y más reciente Felipe Coiffman plantea: “Entendemos por belleza la proporción, la armonía y el equilibrio de las formas”. A pesar de que no existe un concepto único y cuantificable de belleza, es fácil percibir cuando un rostro es bello y cuando dista de serlo.

Según la OMS «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». La belleza representa un deseo legítimo para hombres y mujeres de todas las edades. Más allá de la vanidad, el autocuidado es uno de los aspectos que genera ese bienestar característicos de la salud como concepto.

Existen factores que retardan el proceso de envejecimiento de la piel:

1- Evitar la exposición al sol en los horarios entre las 10 y las 16h

2- No fumar

3- Dormir al menos 6 horas diaria.

4- Consumo moderado de bebidas alcohólicas.

5- Consumir alimentos menos procesados (integrales), preferir los alimentos cocidos o asados, comer frutas y verduras, ingerir al menos 2 L de agua al dia.

6- Ejercitarse al menos 4 veces a la semana.

7- Uso de protector solar, crema hidratante y hacer higiene correcta.

Mantener una apariencia facial sana y rejuvenecida también coopera positivamente con la calidad de vida. Cada vez más accesibles los procedimientos y cirugías estéticos faciales se convirtieron en parte de los hábitos de aquellos que buscan sentirse bien consigo mismos y con su apariencia facial.

Los principales signos de envejecimiento facial son:

1- Aparición de arrugas: estáticas y dinámicas.

2- Alteraciones estructurales causadas por la pérdida de volumen facial

3- Alteraciones de la calidad global de la piel

Se recomienda iniciar acciones preventivas de manera temprana, evitando así deterioro avanzado que implique tratamientos extensos y costosos. Los signos de envejecimiento más marcados son de manejo difícil y de menor alcance en cuanto a la estética facial.

Dentro de estas acciones preventivas se encuentra la aplicaciones de Toxina botulínica, cuya marca más conocida es el Botox. Se aplica inyectando pequeñas cantidades en las fibras musculares a tratar. Este produce un efecto relajante de los músculos, usado mayormente en el tercio superior de la cara para tratar las arrugas horizontales de la frente, verticales del entrecejo y además las patas de gallo. Su efecto es temporal y la duración es de 4 meses aproximadamente llegando a los 6 meses en el mejor de los casos. Los cuidados que se deben tener en las 24 horas que siguen a su aplicación son: evitar maquillaje en la cara, sauna, baño con ducha tibia o cualquier factor que favorezca la vasodilatación y la migración del producto a zonas no deseadas.

Son muy usados los rellenos faciales con ácido hialurónico reticulado. Se trata de un polímero polisacárido que normalmente forma parte de la dermis humana. La naturaleza hidrofílica del ácido hialurónico desempeña un papel fundamental en la regulación y mantención de la hidratación dentro de los tejidos. Su aplicación es muy inocua, y segura en manos de un profesional experimentado en el tema. Se colocan en forma de inyección con aguja o cánula fina en puntos bien identificados que se conocen como MD Codes. Se usan para tratar arrugas no dinámicas  como el surco nasogeniano o el de la marioneta, zonas con pérdidas de volumen como, frente, pómulos, mejillas, mentón. La rinomodelación es otro procedimiento realizado con este polisacárido.

Estos tratamientos también están disponibles para hombres, quienes muestran deseos de sentirse bien con su apariencia. Otra motivación que conlleva a la búsqueda de cuidados, se encuentra en correspondencia con la competitividad del mercado, un rostro descansado, una apariencia juvenil y una adecuada autoestima se traduce en mayor éxito en la vida laboral y social.

El Equipo Dieppa evalúa la cara como un todo para lograr un mayor alcance de tratamiento con respecto al rejuvenecimiento facial. Para ello se crea un plan que respeta las unidades estéticas faciales y las particularidades de cada paciente. Con técnicas y productos de tecnología avanzada, permite lograr resultados personalizados, siempre con mucha naturalidad, evitando así el estigma de cara operada o tratada.