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Pezones invertidos: ¿problema a la hora de amamantar?
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Los pezones invertidos (no proyectado hacia el exterior) afecta a entre un 5 y un 10% de la población femenina y puede padecerse desde el nacimiento o surgir mediante el desarrollo. La anomalía puede presentarse en ambos pezones o solo en uno de ellos. También es conocido como pezón plano o pezón umbilicado.
Cuando el pezón no se proyecta hacia el exterior, ni siquiera a causa del roce o el frío, estamos hablando de pezón invertido. Si se tiene esta condición desde la infancia, no es motivo de preocupación. Pero si el problema aparece posteriormente (pezón retraído secundario) es conveniente consultar inmediatamente con el especialista para descartar que pueda deberse a alguna anomalía grave, como cáncer de mama, dolencia que suele asociarse a este problema.
El pezón retraído, no invertido, no es congénito y puede ser síntoma, también, de procesos inflamatorios. Si detectamos que nuestro pezón ha cambiado y se ha retraído, no muestra su proyección exterior natural, es preciso acudir al médico para que descarte que se trate de un pezón retraído secundario y, por tanto, que detrás se encuentra otra afección de mayor complicación.
Cuando se descarta el padecimiento de una enfermedad, las mujeres que tienen pezones invertidos no tienen porqué tener problemas a la hora de amamantar a sus bebés, salvo que tengan que operarse porque padezcan pezón invertido en grado III.
Es bueno destacar que el pezón, como tal, no interviene en la producción de leche materna, por lo que una mujer con pezones invertidos tiene la misma capacidad para producir leche que otra mujer con pezones normales. En su interior se encuentran los conductos galactóforos, así como tejido muscular que conecta dicho pezón con las glándulas mamarias. Cuando se tiene pezón invertido, estos conductos son muy cortos, por ello el pezón se encuentra retraído, no está proyectado al exterior.
Es preciso destacar que aunque no esté relacionado con la producción de leche, este retraimiento sí puede impedir o perjudicar la lactancia puesto que el bebé tendrá dificultades para engancharse al pezón y, por tanto, para mamar. Los expertos evalúan que más de la mitad de las mujeres que tienen pezón invertido congénito tiene problemas para dar el pecho a sus hijos.
¿Cómo lograr la proyección del pezón invertido congénito?
Para que el pezón se proyecte hacia el exterior hay métodos que pueden facilitar la lactancia, pero no en todos los casos es posible. Existen diversos grados de pezón invertido. El grado I y el grado II no afectan a la lactancia, pero el grado III sí puede suponer un problema.
Lo habitual es que el pezón se proyecte hacia afuera con la manipulación, por lo que la boca del bebé será suficiente por sí sola para que el pezón vuelva a su posición proyectada y se pueda amamantar sin ninguna dificultad.
En el caso del grado III la manipulación no consigue proyectar el pezón hacia el exterior, por lo que solo la cirugía podría solucionar la anomalía. Pero dicha solución sólo es a nivel estético, es decir, una intervención quirúrgica para revertir un pezón invertido congénito de grado III permitirá a la mujer que su pecho muestre una apariencia armónica y bella, puesto que el pezón, o pezones, aparecerá proyectado con un resultado natural.
De lo anterior, hay que ser rigurosos en indicar que como la causa de este retraimiento era la longitud de los conductos galactóforos, al cortarlos con la cirugía, se frena la salida de la leche por medio del pezón, por lo que no se podrá amamantar en el futuro.
La cirugía en sí
Para llevar a cabo una cirugía de pezón invertido de grado III se requiere solamente anestesia local, ya que es ambulatoria, por tanto, no requiere de ingreso hospitalario y el postoperatorio no es doloroso, aunque sí algo molesto.
Hace unos años atrás se recurría a métodos como el de Hofman para estimular el pezón y que este saliera hacia afuera. Especialistas recomendaban la práctica de este método durante el último trimestre de embarazo, pero ha quedado demostrado que esta alternativa no influye en facilitar la lactancia y además puede producir contracciones prematuras, por lo que se desaconseja su práctica.
Por tanto, hay técnicas quirúrgicas para corregir esta anomalía mamaria y técnicas manuales para estimular el pezón invertido antes de que el bebé succione.
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Dar de amamantar con pezones invertidos
Cuando se tiene pezón invertido en grado I o II se recomienda que la lactancia comience lo antes posible, ayudando que el bebé tenga la boca muy abierta antes de coger la areola.
Es una buena opción la estimulación del pezón antes de ofrecer el pecho. En estos casos se aconseja usar un momento el sacaleches o aplicar frío sobre el pezón para favorecer que salga hacia afuera.
Descubre acá nuestra guía para elegir los implantes mamarios.
No se recomienda dar durante los primeros días chupetes o tetinas de biberón, ya que si se acostumbra a succionar de este tipo de elementos puede acabar rechazando el pecho materno.
Para la tranquilidad de las madres, el tener pezón invertido en grado I y II no implica que haya que renunciar a la lactancia, salvo en el caso del grado III, que, como hemos dicho, sí impide la lactancia. La voluntad, paciencia y constancia en los dos primeros grados es fundamental, con esto no tendrás problemas para el proceso de lactancia del bebé.
En Clinicasesteticas.cl contamos con la mejor selección de profesionales en cirugía mamaria y pezón invertido que evaluarán cada caso de manera específica, estudiarán el grado que presenta y diagnosticarán la mejor opción para que sea compatible la lactancia con la existencia del pezón invertido congénito. Si se presenta el grado III también los médicos conseguirán solucionar el retraimiento para darle al seno la apariencia natural y femenina.
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