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3 tipos de frenillos invisibles
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Aunque es cierto que la decisión de utilizar brackets está fuertemente relacionada con la salud bucal, también es correcto decir que esta tiene una importante interacción con la estética. Todo esto ha hecho que el mundo de la ortodoncia desarrolle, con el paso de los años, prótesis innovadoras, caracterizadas por parece invisibles.
El método más utilizado para corregir la mala postura de los dientes es el frenillo o bracket. El odontólogo, concretamente ortodoncista, aconseja este tipo de prótesis para evitar que los dientes torcidos sean más susceptibles a la formación de caries, y/o a determinadas enfermedades periodontales.
Incluso varios estudios científicos han comprobado que una forma errónea de masticar puede ser el causante de dolores de cabeza, cuello y espalda. Las prótesis, por su parte, ejercen una fuerza sobre los dientes y la zona periodontal para corregir la mala posición.
Además de las razones estrechamente ligadas a la salud, los brackets tienen una función estética, ya que permiten corregir los dientes mal posicionados en un lugar correcto, luciendo una sonrisa perfecta. No obstante, durante el periodo en el que se ponen la prótesis, muchas personas se sienten incómodas por la visibilidad del aparato, así como por la dificultad de hablar y hasta eliminar los restos de comida.
Los frenillos se clasifican en tres categorías: fijos, removibles y linguales. Cada uno de ellos tiene características distintas, y los elige el odontólogo en función del problema del paciente. Según el tipo de aparato, presentan diversas soluciones estéticas que hacen de la prótesis casi invisible.
Frenillos fijos de cerámica
Los frenillos fijos se componen de alambres, tiras o elásticos, y placas o soportes adheridos a la parte frontal de los dientes. El desplazamiento de los dientes se logra por medio del cambio regular de los alambres por parte del odontólogo, durante los meses o hasta años en los que el paciente lleve el aparato. Esta prótesis es considerada como una de las más invasivas a nivel estético, debido a la forma y diseño de los alambres y placas metálicas.
Para hacer más estéticamente atractivos los frenillos fijos, los ortodoncistas has desarrollado unos brackets especiales a base de cerámica. Estos obtienen los mismos resultados, pero con una mejora estética, debido a que el color de los aparatos se asemeja mucho con el de los dientes. En cualquier caso, es posible ver el frenillo, aunque se reduce mucho más que con los tradicionales alambres de metal.
Una de las grandes ventajas de esta opción, es su coste, que aunque es mayor al de los frenillos tradicionales de metal, si lo comparamos con las otras opciones que vamos a ver a continuación, resulta el más accesible. Sin tomar en cuenta el hecho de que este tipo de aparato es el más versátil, ya que logra adaptarse a casi cualquier tipo de paciente.
Aparatos removibles invisibles
Como su nombre bien lo específica, estos aparatos se ponen durante un determinado tiempo del día, y pueden ser extraídos en cualquier momento, como por ejemplo a la hora de comer. Respecto al frenillo fijo, este tipo de prótesis tienen la ventaja de permitir una correcta higiene bucal, ya que no se debe lidiar con ligas o alambres.
Una de las técnicas más innovadoras de este tipo de aparatos es la que propone Invisalign, que consta de aligners transparentes y removibles que pueden quitarse para comer, beber y lavarse los dientes. Estos deben ser cambiados cada dos semanas, permitiendo así el correcto desplazamiento de los dientes. El aparato está diseñado según las medidas del paciente, y además de ser casi invisible, es muy ligero.
Desafortunadamente no todo son ventajas, también hay una parte negativa. La primera es que no todos los pacientes pueden hacer uso de ellos, ya que algunos cuentan con problemas más serios que requieren del tradicional frenillo; la segunda sería su costo, que puede ser mucho más elevado que los frenillos fijos, ya que se deben hacer varias versiones de la prótesis; la tercera y última desventaja sería la gran acumulación de saliva que se forma en el aparato, debido a su diseño cerrado.
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Frenillos linguales
La última opción de frenillos casi invisibles. Este tipo de prótesis tiene características muy similares a la de los brackets fijos, la diferencia recae en el hecho de que los soportes y alambres se instalan en la parte trasera de los dientes. De este modo, es casi imposible percibir los aparatos, a menos que se eche un profundo vistazo al interior de la boca.
Gracias a su diseño cómodo y discreto, se ha convertido en una opción muy popular entre aquellos pacientes que puedan sentir vergüenza de utilizar aparatos de ortodoncia. Otra de las grandes ventajas de esta opción, es el hecho de reducir al máximo el impacto negativo que tiene sobre el esmalte de los dientes, evitando que la sonrisa pueda perder su brillo.
Aunque es una de las mejores opciones dentro de este listado, también cuenta con una parte negativa, como es el hecho de tener un valor muy superior al del frenillo tradicional, sin mencionar que la incomodidad para cepillar los dientes es muy similar a la de su par metálico.
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